CÓMPLICES DEL ESPÍRITU, EL NUEVO PARADIGMA DE LA MISIÓN
Con esta frase se realizó el I Congreso Misionero, organizado por el Instituto Emaús y distintos agentes de la Arquidiócesis, desde el 17 al 20 de octubre, con el fin de comprender el nuevo paradigma de la misión en el contexto del Sínodo de la Amazonía y el Mes Misionero Extraordinario propuesto por el Papa Francisco.
Este Congreso fue propicio para ampliar el panorama de la misión y comprenderla desde una nueva conciencia, por eso su inicio fue con una vigilia especial de la luz y una jornada de oración por las misiones, en la Catedral Santa Catalina de Alejandría, donde se resaltó el llamado hacia la conversión misionera bajo la predicación del Padre José Cristo Rey García Paredes, español, Misionero Claretiano y Doctor en Teología. En la actualidad compagina su labor docente con su labor como escritor y articulista, así como de acompañante y asesor teológico a congregaciones religiosas e instituciones, impartiendo conferencias y cursos en diversos países.
Dentro de su discurso, la palabra pasión tomó fuerza al mencionar que debe ser una característica primordial de todo misionero, tal y como lo fueron los profetas en el Antiguo Testamento “eran hombres apasionados por Dios, por el pueblo y por la justicia”, un referente significativo para reavivar la pasión misionera.
¿CAMINA LA ARQUIDIÓCESIS A LA MISIÓN O SE ALEJA?
En esta línea, la jornada en su segundo día adquirió un tinte más cercano a nuestra realidad local, con un encuentro de sacerdotes, religiosos(as) y seminaristas, en la Casa de Jesús a través de un intercambio de experiencias desde la misión en nuestra Iglesia Arquidiocesana, con el fin de poder abordar lo que significa ser cómplices del Espíritu Santo en la misión, pues como lo afirma en sus escritos el Padre José Cristo Rey “no hay mayor dignidad para un ser humano que ser cómplice del Espíritu. Que alguien sea escogido para entrar en las corrientes del Espíritu creador y recreador excede cualquier sueño o pretensión”. Más tarde, en el Centro de Formación de la Cooperación Española se desarrolló la Cátedra Francisco, una iniciativa enmarcada en lo que fue la preparación arquidiocesana para la Visita Papal en 2017, que en esta oportunidad tuvo como referente la interpretación del lema del Congreso y el nombre de la obra del Padre García Paredes «Cómplices del Espíritu: el nuevo paradigma de la Misión», hacia una nueva conciencia de la misión en la Iglesia.
Y la jornada académica y formativa continuaba, durante los dos últimos días del Congreso, en esta ocasión, desde el Coliseo del Colegio Biffi, con varios ejes misioneros importantes, como fueron el estado de la misión permanente, sus desafíos en este tiempo, la misión “ad gentes” (evangelización en los pueblos que aún no conocen a Dios) y el lema propuesto por el Papa Francisco en este mes misionero extraordinario «Bautizados y enviados», para descubrir hacia dónde nos envía Dios, entre otros aspectos. “El estado de la misión es unir lo visible con lo invisible, es el movimiento que nos hace superar fronteras, límites y nos lleva a “lo otro”. La misión necesita entrar en un estado de sosiego y paz, para superar las turbulencias en la Iglesia y por eso requiere que cada uno de nosotros descubra la alianza con el universo entero”, apuntó Cristo Rey.
¿Cómo hacer a Jesús contemporáneo? ¿Cómo llevar a Jesús en la misión? fueron algunos de los interrogantes que planteó Cristo Rey, para reafirmar el papel del Espíritu Santo en la historia de la Iglesia, tal y como lo detalló en su afirmación “El Espíritu les hablará de Jesús en el 2019, en el 2020, en cada año. Es ese mismo Espíritu el misionero de la Iglesia y por eso somos sus cómplices, y es el que hace a Jesús contemporáneo. No seamos protagonistas, sino marginales como lo fue Jesús, para llevar el mensaje, para ubicarnos en los márgenes de la humanidad”.
MISSIO DEI Y SU DESTINO
La realización de este Congreso Misionero abrió la mirada a la Iglesia Arquidiocesana a cumplir con la Missio Dei (misión de Dios) y a reconocer que la Iglesia es la que gira en torno a la misión con la figura de santos como Eugenio Biffi, Santa María Bernarda Bütler y San Pedro Claver, quienes nos recuerdan que Cartagena es tierra de misioneros, y gracias a su labor, han caminado también en nuestras vidas como santos misioneros y referentes para la construcción de la sociedad. Además fue propicio el mensaje de Cristo Rey, enfocado en los destinos de la misión, al detallar que deber ser para todos sin que la Iglesia se vea como “clausurada”, con nuevos escenarios, hospitalaria y según el carisma infundido en el corazón del hombre y todo esto, con la fuerza que impulsa a la misión; el Espíritu Santo.
Finalmente, para clausurar esta iniciativa arquidiocesana, Monseñor Jorge Enrique Jiménez Carvajal, expresó que la misión es la propuesta de Dios para hombres y mujeres, porque todos hemos sido llamados a ser discípulos de Jesús, para vivir la misión en la Iglesia Católica.
“Todos en la misma barca y con la misma dirección, somos discípulos misioneros que creemos en la esperanza y sabemos que Jesucristo está vivo y nos ha anunciado buenas noticias en todo tiempo y lugar” y al ser cómplices del Espíritu Santo sabemos como lo afirmó Monseñor Jorge “vienen días muy bellos para nuestra Arquidiócesis, los estamos viviendo. Nosotros somos el hoy de nuestra Iglesia”.
Por Vicky Cortes Rossi, Comunicadora Social y feligrés de la Parroquia San Enrique @vickycortes06